-¿Qué me sucede?... ¿Porqué mi corazón late de esta forma... por qué?...
Y así pasó aquél joven durante todo su viaje de vuelta a su hogar en plena oscuridad santiaguina. Y siguió preguntándose cuándo comenzó, de qué forma... pero, aunque tuviese aquellas respuestas que parecían suficientes para calmar su alma, aún así su corazón seguiría latiendo de esa forma y su rostro mostraría una vaga sonrisa, como si volase... volase lejos.
De repente aterrizó a aquella locomoción, observando en aquel oscuro exterior que había vuelto a la calle que conectaba por su casa mediante una caminata de una cuadra y medio pasaje. Se puso de pie, tocó el timbre, se detuvo la micro y bajó. El frio de esa noche se colaba por cada parte de su cuerpo pero se sentía tibio, cálido... feliz y comenzó a caminar.
Casi al llegar a su casa, comenzó a conversar consigo mismo como usualmente lo hace cuando se pone a reflexionar:
-¿Porqué me siento así?... tan... feliz... Espera -se detiene en seco en medio del pasaje- no creo que me haya enamorado de ella... No...no...
El joven baja la cabeza y llora. Llora en silencio, llora en el interior de si mismo... llora y nadie se da cuenta que este dolor ha vuelto y le vuelve a dejar una herida dolorosa en el fondo de sí...
-A veces... -levanta la mirada y sigue caminando-... soy un estúpido.
Y así pasó aquél joven durante todo su viaje de vuelta a su hogar en plena oscuridad santiaguina. Y siguió preguntándose cuándo comenzó, de qué forma... pero, aunque tuviese aquellas respuestas que parecían suficientes para calmar su alma, aún así su corazón seguiría latiendo de esa forma y su rostro mostraría una vaga sonrisa, como si volase... volase lejos.
De repente aterrizó a aquella locomoción, observando en aquel oscuro exterior que había vuelto a la calle que conectaba por su casa mediante una caminata de una cuadra y medio pasaje. Se puso de pie, tocó el timbre, se detuvo la micro y bajó. El frio de esa noche se colaba por cada parte de su cuerpo pero se sentía tibio, cálido... feliz y comenzó a caminar.
Casi al llegar a su casa, comenzó a conversar consigo mismo como usualmente lo hace cuando se pone a reflexionar:
-¿Porqué me siento así?... tan... feliz... Espera -se detiene en seco en medio del pasaje- no creo que me haya enamorado de ella... No...no...
El joven baja la cabeza y llora. Llora en silencio, llora en el interior de si mismo... llora y nadie se da cuenta que este dolor ha vuelto y le vuelve a dejar una herida dolorosa en el fondo de sí...
-A veces... -levanta la mirada y sigue caminando-... soy un estúpido.
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