Querido Theodore:
Me duele el corazón. ¿Sabes? Realmente sé por qué me está pasando esto, pero nunca pensé que me podría pasar... Quizás fui un desgraciado en tomar aquello como si fuera mío y abastecerme egoístamente de sentimientos de otras personas sin ni siquiera dar algo a cambio. Aún así me siento mal, me siento un idiota y mi corazón se deshizo nuevamente en pedazos aunque nunca quise algo más, pero no... mis sentimientos, independiente de quién sea, reacciona y oscila, se mueve de a poco en forma paralela con la de la otra persona... Me dedico de a poco, mi corazón muta de tal forma que pueda aceptar el sentimiento ajeno sin sentirse traicionero ni inconsecuente con la otra persona. Finalmente, se pasará... pero quiero un abrazo enorme y quiero desahogarme, quiero dejar de sentir estupidamente por la primera persona que venga diciendome cosas como: "Te quiero"... porque ahora me di cuenta, nuevamente, que eso es más mentira que Judas y prefiero dejar de sentir a que dar una nueva oportunidad.
Theodore, amigo mio y confidente de mi alma... ¿Acompañame?
Atte
Francisco.
Amigo mio del alma:
Estaré allí con usted... y le ayudaré a que deje de sentir algo por alguien... nadie se lo merece de tu parte. Nadie. ¿Será nuestro destino? Quizás si. Pero primero, dejemos que estos días dejen de existir de nuestra memoria y que nunca hayan pasado, así no tienes porque malgastar tu ánimo en cosas que no son ni nada. Pero recuerda, para los ojos del mundo, "eres un bueno para nada" y "tienes algo que no me gusta, mejor dicho... nada me gusta de tí"
Solamente hay un par de personas que merece su amor y usted dar todo por ellas. Solo esas dos y nada más.
Le quiero amigo.
Se despide.
Theodore
Buscando la Integridad Humana con Dios
junio 06, 2011
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